Washington.– El presidente estadunidense, Joe Biden, inauguró ayer la segunda Cumbre por la Democracia con la promesa de invertir 690 millones de dólares para promover la democracia en el mundo, al destacar los progresos en la materia pese a la influencia de China.
Después de las críticas de que la primera cumbre estuvo centrada en Estados Unidos, Biden nombró coanfitriones para esta edición a dirigentes de otras naciones: Costa Rica, Países Bajos, Corea del Sur y Zambia.
Biden elogió un “punto de inflexión para nuestro mundo hacia una mayor libertad, mayor dignidad y mayor democracia”, y añadió: “creo que este es el desafío que define nuestra era y hoy podemos decir con orgullo que las democracias del mundo se están fortaleciendo y las autocracias se están debilitando”.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió que el mundo atraviesa una “conmoción dramática” en la que los valores democráticos están “bajo ataque”, y puso por ejemplo las restricciones a los medios y los defensores de los derechos humanos.
“Hoy vemos más despotismo y menos y menos ilustración”, indicó.
Biden destacó progresos como los planes anticorrupción en República Dominicana y Croacia, los esfuerzos de Angola por construir un Poder Judicial independiente y, en Estados Unidos, el rechazo de los votantes en las elecciones legislativas de noviembre a los candidatos que niegan los resultados de las presidenciales de 2020, en las que el demócrata se impuso al republicano Donald Trump.
Para “mantener el impulso”, Biden anunció 690 millones de dólares para promover la democracia en el extranjero. Su gobierno ha proporcionado ayuda militar a Ucrania por 76.8 billones de dólares desde que el país eslavo fue invadido por Rusia en febrero de 2022.
El paquete anunciado ayer por Biden se destinará a financiar “elecciones libres”, promover medios de comunicación independientes y fortalecer la acción contra la corrupción. En la primera cumbre prometió 424 millones.
Este año Estados Unidos también dio un papel destacado a Taiwán, cuya soberanía reclama China, y a Ucrania, cuyo presidente dijo en la cumbre que su país era la primera línea contra la amenaza de Rusia para todas las democracias.
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, coincidió en su discurso en que “la democracia debe defenderse en todas partes porque los valores democráticos son más fuertes en cuanto más se comparten”.
Gustavo Petro alerta sobre el fascismo
Su par de Colombia, Gustavo Petro, alertó sobre un posible regreso del fascismo a escala global, fruto del miedo que infunden las múltiples crisis que azotan a la humanidad. “Esas situaciones extremas desatan miedos en las sociedades, ya sea al inmigrante, a la mujer, a la pérdida de comodidades… Eso lleva a que partes sustanciales de la sociedad abandonen los proyectos democráticos, y que se amplíe el peligro de un 1933 global”, mencionó en alusión al año en que el nazismo llegó al poder en Alemania.
Para esta cumbre, virtual en su mayor parte, el presidente estadunidense invitó a 121 líderes, incluidos los primeros ministros de Israel, Benjamin Netanyahu, e India, Narendra Modi, pese a las acusaciones de creciente autoritarismo que pesan sobre ellos.
China, al que Estados Unidos considera el único adversario a largo plazo del orden internacional liberal, estimó que la cumbre “aumenta la confrontación” y “avivará la división en nombre de la democracia”.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, denunció que “en defensa de la democracia se promueven guerras, chantajes financieros, bloqueos y la discriminación de unos pocos sobre miles de millones de seres humanos”.
Recordó que muchos de su familia y compatriotas pagaron con sangre y el exilio el precio de luchar por la democracia, en directa alusión al golpe de Estado contra su esposo, Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009.