Nueva York y Washington.- Donald Trump se entregó ayer a las autoridades de Nueva York, donde fue arrestado y acusado de 34 delitos graves, y con ello se convirtió en el primer ex presidente en la historia de Estados Unidos en enfrentar un proceso criminal; además de ser ex mandatario, a partir de este martes ahora es el caso criminal 71543-23.
Trump llegó a las oficinas del fiscal distrital de Manhattan, Alvin Bragg, donde fue formalmente arrestado y fichado –dejando sus huellas dactilares pero evitando ser fotografiado o esposado– como todo acusado criminal común, y de ahí procedió al edificio de tribunales criminales de Nueva York, que está al lado, y donde compareció ante el juez Juan Merchan. El juez dio lectura de los cargos al ahora acusado bajo arresto y, al preguntarle si aceptaba o no su culpabilidad, el ex presidente habló por primera vez al responder: “no culpable”.
Nunca antes había llegado un acusado a un tribunal escoltado por agentes del Servicio Secreto. Adentro no hizo comentarios, y su expresión se mantuvo sin revelar nada. El juez Merchan advirtió a Trump y a los abogados que “por favor evitaran hacer declaraciones que probablemente inciten a la violencia o disturbios civiles” o tener un “comportamiento que ponga en peligro el imperio de la ley”. En los últimos días, el fiscal y el juez han recibido unas 50 amenazas de simpatizantes de Trump consideradas “serias” por la policía.
Mientras tanto, enfrente y alrededor del tribunal criminal, en las banquetas y un parque pequeño, brotó una especie de entre circo y carnaval que comenzó desde la mañana, cuando decenas de simpatizantes trumpistas compitieron contra manifestantes antitrumpistas por la atención de un mar mucho mayor de periodistas y turistas, todo rodeado por policías. Los dos bandos fueron separados por vallas, y se gritaban obscenidades y consignas de un lado al otro. Una diputada federal republicana ultratrumpista fue la oradora principal de los simpatizantes del acusado, pero su discurso fue muy breve ante una “protesta de ruido” de opositores para ahogar su mensaje, y abandonó la plaza rápidamente ante algunos gritos de “salte en chinga de mi ciudad, monstruo”.
Si hay juicio, no será este año
Todo el proceso ante el juez duró aproximadamente una hora, se estableció un calendario preliminar para proceder hacia un juicio, el cual, si se realiza, sería hasta el próximo año. La siguiente cita en el proceso judicial incluye intercambios de argumentos en agosto, y posiblemente una solicitud para cambiar de tribunal a otro distrito y una para anular todos los cargos. Al concluir la sesión el ex mandatario salió por una puerta de atrás del tribunal para dirigirse al aeropuerto y realizar el vuelo privado de regreso a su mansión en Palm Beach, Florida.
Los 34 cargos son todos delitos graves, por falsificación de documentos de negocio para ocultar y emplear de manera ilícita diversos pagos. En la declaración oficial de hechos en apoyo de la acusación, los fiscales afirman que Trump “repetidamente y de manera fraudulenta falsificó documentos empresariales en Nueva York para ocultar conducta criminal que ocultó información dañina del público votante durante la eleccion de 2016”.
Esa declaración de hechos elaborada por la fiscalía sostiene que desde agosto de 2015 hasta diciembre de 2017, el acusado “orquestó un esquema con otros para influir la elección presidencial de 2016”, al identificar y suprimir información dañina contra Trump, y que para hacerlo, “se violaron leyes electorales y se falsificaron informes en los documentos empresariales”. O sea, la acusación esencialmente afirma que como candidato presidencial, y en sus primeros dos años como presidente, Trump personalmente coordinó un esquema delictivo.
El más salaz de los detalles es que algunos de los cargos son por la investigación sobre pagos para comprar el silencio de Stormy Daniels, estrella de pornografía, para evitar que divulgara, poco antes de la elección presidencial de 2016, una aventura sexual que ocurrió en 2006. Pero también incluye pagos a otra mujer, Karen McDougal, quien fue modelo de Playboy y que alega haber tenido una relación sexual con Trump y un portero de la Torre Trump para que no declara de la existencia de un posible hijo ilegítimo de éste.
El fiscal distrital Bragg enfatizó que los cargos no son por los pagos a estas personas, sino la falsificación de los documentos empresariales sobre esos pagos. “Bajo la ley estatal de Nueva York, es delito grave falsificar documentos empresariales con la intención de encubrir otro delito”, explicó en conferencia de prensa después del arresto y comparecencia de Trump ante un juez. Reiteró: esos son “delitos graves en el estado de Nueva York, sin importar quién eres”, subrayando la consigna de que “todos son iguales ante la ley, sin importar el dinero, sin importar el poder”.
Uno de los abogados de Trump, Todd Blanche, en comentarios a la prensa al concluir la visita histórica, afirmó: “hoy es un día muy triste para este país” y, repitiendo el guion que Trump ha empleado, acusó que “el fiscal distrital ha convertido un asunto completamente político en una persecución política”.
A lo largo del día continuó el circo afuera, con antitrumpsitas coreando: “encarcélenlo, encarcélenlo”, mientras del otro lado se quejaban de que Trump era víctima de una cacería de brujas, pero pronto descendían a insultos antigays, o acusando a sus contrincantes de ser “comunistas”. Algunos mensajes eran muy sencillos: “Fuck Trump”, se leía en unas banderas, mientras del otro lado era “Fuck Biden”. Una persona sin techo quería que todos se fueran de “mi patio” (el parque), cuando de pronto apareció un predicador que declaraba que tanto Trump como sus opositores “necesitan a Jesús”.
Se va por la puerta de atrás
Nadie vio salir a Trump, ya que a diferencia de como entró, por la puerta principal, salió por una puerta detrás del edificio. En ruta de regreso a Florida, Trump envío un correo a sus bases afirmando que “mientras estamos viviendo en las horas más oscuras de la historia estadunidense, puedo decir que por lo menos en este momento ahora, estoy en muy buen espíritu”, y concluyó con una solicitud para donar a su campaña presidencial declarando que nunca ha estado tan seguro de “retomar la Casa Blanca y salvar a nuestra gran nación”.
La noche del martes, después de regresar a su mansión y club Mar-a-Lago, en Florida, Trump declaró que no hay nada en los cargos que se le imputan. “El criminal real es el fiscal distrital; él debería ser enjuiciado”. Agregó: “tengo a un juez que odia a Trump, con una esposa que odia a Trump, cuya hija trabajó para (la vicepresidenta) Kamala Harris”. También denunció los otros casos legales pendientes en su contra en Georgia, el estado de Nueva York, y los que proceden a nivel federal.
En tanto, algunos festejaron el día histórico en que Trump fue finalmente arrestado. Lo dicho por Stormy Daniels, la estrella porno, cuando primero se anunció la acusación contra el ex presidente el jueves pasado, se ha vuelto una de las consignas de los opositores del magnate: en referencia a la famosa grabación de Trump donde le comenta a un periodista del programa Access Hollywood que “cuando uno es famoso puede agarrarle el coño a cualquier mujer”, Daniels declaró: “este coño te ha agarrado de vuelta”.
La acusación formal: https://www.manhattanda.org/wp-content/uploads/2023/04/Donald-J.-Trump-Indictment.pdf