Por: Chano Rangel
El municipio de Río Bravo siempre ha sido un mosaico de definiciones, hace algunos años, tres partidos políticos distintos obtuvieron la victoria, en alguna ocasión en la época del dominio guajardista, el PAN ganó la elección de la presidencia de la república, la diputación la ganó el PRD, y así el laberinto comenzaba a enredarse.
Después de eso, una gama de hechos atípicos, como que, los hermanos Guajardo compitieron por todas las siglas y ocuparan posiciones de elección por distintos partidos políticos, el último de ellos fue Juan Diego Guajardo, que comenzó como panista su administración y terminó como priista, al final compitió por el partido verde, así de enredada está la política rio bravéense.
En la última década el ir y venir de personajes políticos, la aparición de nuevas figuras, como Roxana Gómez, Carlos Ulivarri, Alfredo Cantú, Copitzy Hernández, Miguel Ángel Almaraz, todo ellos le han puesto sabor al caldo y haciendo de la política local, un verdadero trabuco político del municipio.
Hace apenas cinco años, aparece en la escena otro personaje de marras, que es la actual polémica, Héctor Villegas, conocido en la política como el “Calabazo” que salió como relámpago y se convirtió primero en diputado federal, y después en una contienda cerrada de tercias, llegó con poco margen, pero al fin victoria a ocupar la presidencia municipal.
Desde que el Calabazo irrumpió en la escena política, la polémica también lo acompañó, como diputado fue criticado, pero nada pasó el respaldo popular era inminente y el morenismo estaba en su punto más fuerte, a la llegada a la alcaldía, de inmediato surgieron las rumorologías y analistas a cuestionar, sus decisiones en la política doméstica.
Pero lo mejor estaba por llegar, la polémica creció, primero al designar funcionarios, luego al moverse en un mundo de arenas movedizas, que lo llevaron a ser partícipe en la campaña para gobernador el estado, con el apoyo total al actual mandatario; y las suspicacias crecieron cuando este emite su primer informe, y todos los diputados morenistas acuden al evento, y otros personajes de la política estatal, dejando claro que algo estaba más grande estaba por venir.
Las cosas se disiparon más adelante, no pasaron muchos días, para que el Calabazo Villegas pidieran licencia como alcalde de Río Bravo e integrarse al equipo de transición del gobernador Américo Villarreal, y desde su arribo al equipo del gobernador electo, fue Villegas quien tomó las riendas, desde ese momento lo mencionaron que sería secretario general de gobierno, la posición número dos en el ámbito político estatal y así fue, entonces Río Bravo, vuelve a la polémica.
Al tomar posición Héctor Joel Villegas González como secretario general de gobierno, se hacía indispensable nombrar a un sustituto como alcalde de la ciudad, esa posición la ocupo el alcalde suplente el profesor Teodoro Escalón, que ya había sido edil, por las siglas del PAN, hace ya algunos ayeres.
Pero luego surge la polémica, a pesar de que ya había un alcalde en funciones, la esposa de Villegas seguía como primera dama del ayuntamiento, en algo inédito en la política local, después de algunos meses, el cabildo envió al congreso una terna para elegir al alcalde sustituto, y éste recayó en Joel Eduardo Yánez, primo del secretario general de gobierno y otra vez se arma la rebambaramba.
Ahora el profesor Lolo Escalón, ha presentado una demanda ante las autoridades electorales y en su calidad de alcalde sustituto antepone esta querella política en contra de la violación de sus derechos como edil suplente, ya con la designación del edil sustituto, las cosas deberían cambiar, pero la primera dama sigue siendo la esposa del secretario general de gobierno, enredando más el tema político local.
La película de pintoresco Río Bravo es de largo metraje y aún no termina, y se prevé una polémica larga y duradera.
Es Cuánto.
De Aquello y lo demás…
El edil de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, ha sido evaluado por las casas encuestadoras que a nivel nacional miden la temperatura, de cómo los ciudadanos evalúan a sus gobernantes, y el edil reynosense, está posicionado en el top ten, de esta medición.
El octavo lugar en el que aparece el edil reynosense es una muestra del respaldo ciudadano al ejercicio de sus funciones como alcalde de la ciudad más grande de Tamaulipas.
Los números lo colocan con 59.5% de los porcentajes, dejando claro su popularidad y buen desempeño al frente del ayuntamiento de Reynosa, claro todo está sustentado en trabajo y proyectos a corto mediano y largo plazo, los números no mienten, y seguramente los adversarios, pensaran lo contrario.
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